En 1953 el historiador francés Lucien Febvre (1878-1956) recogía una serie de artículos escritos a lo largo de varias décadas. Junto con Marc Bloch, Lucien Febvre fundó en 1929 la revista “Annales d’histoire économique et sociale”, con una trayectoria fundamental para comprender gran parte de la historiografía del s. XX.
Las ideas expuestas por el autor en este libro se revelan en sus sucesivas obras: Philippe II et la Franche-Comté (1911), La terre et l’évolution humaine (1922), Un destin: Martín Luther (1928), Le Rhin, problèmes d’histoire et d’économie (1935), Le problème de l’incroyance au XVIe siècle: la religion de Rabelais (1943). En 1970 Ariel publica la primera edición española de Combates por la historia. Tanto ésta como las posteriores ediciones (Ariel, Planeta-Agostini) recogen sólo quince ensayos de la edición original francesa. Combates por la historia es una antología de artículos en los que el autor realiza un análisis crítico de las distintas formas de hacer y entender la historia que ha ido encontrando a lo largo de su vida. Paralelamente Febvre expone su concepción de la historia, de su difusión, y del historiador. Puede considerarse a esta obra, junto con Apologie pour l’histoire ou Métier d’historien de Marc Bloch, el manifiesto de la tendencia historiográfica francesa reunida en torno a la revista “Annales”. El autor revisa la constante renovación de las ciencias y reivindica lo mismo para la historia. Con este fin, el principal frente que abre el autor en sus combates es contra la corriente positivista, de gran relieve a finales del siglo XIX y principios del XX, y bajo la que Febvre comenzó su formación académica e intelectual. Esta tendencia historiográfica se basa en la recolección y registro de hechos, básicamente por orden cronológico, prioriza la historia diplomática, el uso de textos como fuente principal, y una metodología de enseñanza “papagáyica”. Frente a la historia diplomática característica del positivismo, Febvre defiende una historia total que incluya aspectos económicos, sociales, religiosos, culturales, etc. Febvre reivindica la historia como “estudio científico elaborado” (p. 40) de los hombres: “No hay historia económica y social. Hay la historia sin más, en su unidad. La historia que es, por definición, absolutamente social” (p. 39-40) Lo social pasa a ser el nuevo paradigma historiográfico. El historiador debe “comprender y hacer comprender” (p. 133), eligiendo y enfrentándose activamente a todo tipo de testimonio del pasado, desde el presente. El método histórico debe plantear problemas y formular hipótesis. El autor también reivindica la colaboración entre historiadores y entre las ciencias humanas. Con este espíritu interdisciplinar, tanto en la investigación como en la difusión, Febvre proyectará la Encyclopédie Française. El segundo gran frente de los combates -le dedica el capítulo más extenso- es contra “las filosofías oportunistas de la historia” (p. 183) de Oswald Spengler, con Decadencia de Occidente (1922), y Arnold J. Toynbee, con Study of History (1935-1973) Febvre valora que Spengler abriese la historia al gran público, pero no gracias a un método histórico riguroso, sino al contexto en el que desarrolló su obra: “Spengler y sus lectores, los futuros nazis de estricta obediencia, tenían enemigos comunes: la democracia, el liberalismo burgués y el marxismo” (p. 190) Por otra parte Febvre considera que Toynbee cae en el anacronismo cuando utiliza un método comparativo a tan largo plazo entre veintiuna civilizaciones. También describe el trabajo de Toynbee como poco novedoso y conceptualmente poco preciso. Febvre rechaza, no sin cierto sarcasmo, el determinismo y la historia cíclica que se vislumbran en las obras de estos dos “profetas”. Con un lenguaje directo y a menudo irónico Lucien Febvre reivindica una renovación constante de la ciencia histórica y de sus relaciones con el resto de ciencias, y lo hace a partir de críticas minuciosas y metódicas de obras, autores y corrientes historiográficas que ha conocido en su formación y vida profesional. En este sentido el autor nos ofrece mediante notas, a lo largo del libro, múltiples referencias bibliográficas y comentarios de interés para el lector.
“Combates por la historia. 1ª ed. (Combats pour l’histoire) por Lucien Febvre” (reseña bibliográfica), en Revista Ábaco (Asturias), 2ª Época, nº 36, 2003, pp. 149/151]
Interminable debate sobre el devenir histórico.Tema para que te salga en las oposiciones.En declaro Febvriana.
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